Seguramente lo que les voy a contar que leí, ya esté escrito por ahí, en algún lugar de la blogosfera o de las publicaciones digitales, sin duda que en la prensa impresa está porque fue de donde lo leí...

Resulta que los ciudadanos de Roma están continuamente respirando partículas de cocaína y de otras drogas que se encuentran suspendidas en el aire, según un análisis hecho por el Consejo Nacional de Investigación.
Es el primer estudio de este tipo en el mundo, según los responsables del Consejo Nacional de Investigación, y se ha llevado a cabo en Roma, Taranto y Argel.

La investigación demostró que en la atmósfera de Roma (capital), conviven -término correcto si hablaramos de organismos vivos- junto al polen de las plantas o los gases de la industria y automóviles, los componentes de varias drogas como la cocaína.

Las mayores concentraciones de cocaína se han encontrado en el centro de roma, sobre todo en el área de la Universidad de La Sapienza, aunque este dato los investigadores se muestran prudentes y señalan que hacen falta más estudios para señalarlo como el más contaminado. (pero qué pícaros estos muchachos estudiantes de La Sapienza no?)

No solamente han determinado el grado de concentración por zona geográfica, sino también por época del año, mostrando que el invierno parece ser cuando la concentración llega cerca de 0,1 nanogramo por metro cúbico. Al parecer, en invierno, algunos Romanos prefieren sacarse el frío "consumiendo" que usando estufita a gas, leña, eléctrica, etc.

En Taranto, la presencia de cocaína es menor que en Roma, mientras que es totalmente inexistente en Argel, según muestra el estudio.

Además de la cocaína, los resultados muestran la presencia en el aire de Roma del cannabinol, componente más activo de la marihuana, y la existencia de partículas de hachís.

Otras drogas, como el café y la nicotina, están presentes en las tres ciudades que han servido para el estudio. En Roma, también se han detectado sustancias muy peligrosas como el benzopireno, un hidrocarburo cancerígeno emitido tanto en el humo del tabaco como en el de los tubos de escape de los automóviles.

Ante la sorpresa de los resultados, la edición digital del diario la Repubblica destaca que "no se trata de una leyenda urbana", sino de un estudio serio por parte de un instituto prestigioso.